Add parallel Print Page Options

18 »Oh Dios mío, inclínate y escúchame. Abre tus ojos y mira nuestra desesperación. Mira cómo tu ciudad—la ciudad que lleva tu nombre—está en ruinas. Esto rogamos, no porque merezcamos tu ayuda, sino debido a tu misericordia.

19 »Oh Señor, óyenos. Oh Señor, perdónanos. ¡Oh Señor, escúchanos y actúa! Por amor a tu nombre, no te demores, oh mi Dios, porque tu pueblo y tu ciudad llevan tu nombre».

Mensaje de Gabriel sobre el Ungido

20 Yo seguí orando y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo, rogándole al Señor mi Dios por Jerusalén, su monte santo.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends